lunes, 30 de noviembre de 2009

Profesias mayas

Astrologia Maya

MÚSICA

La música maya se basaba en dos tipos de instrumentos: de viento (silbatos, flautas y caracoles) y de percusión (xilófono [tanto de piedra como de madera], caparazones de tortugas y bastones de madera). Los bastones de madera son huecos y tienen estrechos pasajes interiores que hacen sonar las semillas en su interior. No se conoció la música producida por instrumentos de cuerda (por ejemplo las guitarras). No conocemos muchos de los instrumentos hechos en madera que desaparecieron al paso del tiempo y la humedad.

Grupo musical prehispanico del prof. Martiniano.UIMQROO

LEYENDAS

La Mujer Xtabay

Los mayas de Yucatán son sin duda alguna, quienes mejor han conservado su idioma. Si no pueden interpretar, como tampoco lo ha hecho nadie en el mundo, sus complicados jeroglíficos, verdaderos retos ideográficos, si mantienen vivo su idioma lleno de firos y genuflexiones extraordinarios y en su fonética han sabido copiar el vuelo del murciélago dzib y lo que dice el pájaro Puhuy. Temen al temible Kahazbal y a los Aluxes, pequeños duendecillos del bosque y de las siembras, porque ellos, los mayas, no han permitido aún la corrupción idiomática que introdujeron los hispanos que vinieron a hacer confuso todo lo relativo al suelo que en mal día hollaron.
De esta forma se ha conservado intacta la hermosa leyenda, una de las más lindas, bellas leyendas yucatecas de las miles y miles que flotan como el perfume de la flor Xtabentún en el viento tibio de Mayab, o se esconden en las profundidades cavernosas de los cenotes de donde sale el agua fresca y clara y los cuentos que perduran en el alma yucateca. Esa leyenda es la que se refiere a la mujer Xtabay.
Bajo la luna del antiguo Mayapan, al socaire de los asombrosos templos de los itzaes, he oído repetida esta leyenda sin que nadie le quite o le aumente a su albedrío, sin que ninguno ose deformarla y así, como joya de milagrería se conserva para deleite de quien oye o de quien lee esta historia que como muchas no se ha borrado, no se borrará jamás, porque ha quedado inscrita en los libros antiguos y en las páginas sagradas del recuerdo Maya.
Dice pues la leyenda que la mujer xtabay es la mujer hermosa, inmensamente bella que suele agradar al viajero que por las noches se aventura en los caminos del Mayab. Sentada al pie de la más frondosa ceiba del bosque, lo atraé con cánticos, con frases dulces de amor, lo seduce, lo embruja y cruelmente lo destruye.
Los cuerpos destrozados de esos incautos enamorados aparecen al día siguiente con las más horribles huellas de rasguños, de mordidas y con el pecho abierto por uñas como garras.
Muchos ladinos, gentes que desconocen el origen verdadero de la mujer Xtabay, han dicho que es hija del Ceibam que nace de sus torcidas y serpentinas raíces pero eso no es verdad, la auténtica tradición maya dice que la mujer Xtabay nace de una planta espinosa, punzadora y mala y si es que la Xtabay aparece junto a las ceibas, es porque este árbol es sagrado para los hijos de la tierra del faisán y del venado y muchas veces en cobijo y sombra, se acogen bajo sus ramas, confiados en la protección de tan bello y útil árbol.
Vivían en un cierto pueblo de la península yucateca dos mujeres siendo el nombre de una de ellas Xkeban o mejor decir su apodo ya que Xkeban quiere decir prostituta, mujer mala o dada al amor ilícito. Decían que la Xkeban estaba enferma de amor y de pasión y que todo su afán era prodigar su cuerpo y su belleza que eran prodigiosos, a cuanto mancebo se lo solicitaba. Su verdadero nombre era Xtabay.
Muy cerca de la casa que ocupaba esta bellísima mujer, habitaba en otra casa bien hecha, limpia y arreglada continuamente, la consentida del pueblo que llamaban Utz-Colel, que en la traducción hispana sería mujer buena, mujer decente y limpia. Erase esta mujer la Utz-Colel, virtuosa y recta, honesta a carta cabal y jamás había cometido ningun dezlis ni el mínimo pecado amoroso.
La Xtabay tenía un corazón tan grande, como su belleza y su bondad la hacía socorrer a los humildes, amparar al necesitado, curar al enfermo y recoger a los animales que abandonaban por inútiles. Su grandeza de alma la llevaba hasta poblados lejanos a donde llegaba para auxiliar al enfermo y se despojaba de las joyas que le daban sus enamorados y hasta de sus finas vestiduras para cubrir la desnudez de los desheredados.
Jamás levantaba la cabeza en son altivo, nunca murmuró ni criticó a nadie y con absoluta humildad soportaba los insultos y humillaciones de las gentes.
En cambio bajo las ropas de la Ut-Colel se dibujaba la piel dañina de las serpientes, era fría, orgullosa, dura de corazón y nunca jamás socorría al enfermo y sentía repugnancia por el pobre.
Y ocurrió que un día las gentes odiosas del pueblo no vieron salir de su casa a la Xkeban y supusieron que andaba por los pueblos ofreciendo su cuerpo y sus pasiones indignas. Se contentaron de poder descansar de su ignominiosa presencia, pero transcurrieron días y más días y de pronto por todo el pueblo se esparció un fino aroma de flores, un perfume delicado y exquisito que lo invadía todo. Nadie se explicaba de dónde emanaba tan precioso aroma y así, buscando, fueron a dar a la casa de la Xteban a la que hallaron muerta, abandonada, sola.
Más lo extraordinario era que si la Xkeban no estaba acompañada de personas, varios animales cuidaban de su cuerpo del que brotaba aquel perfume que envolvía al pueblo.
Entrada la Utz-Colel dijo que esa era una vil mentira, ya que de un cuerpo corrupto y vil como el de la Xkeban, no podía emanar sino podredumbre y pestilencia, más que si tal cosa era como todos los vecinos, decían, debía ser cosa de los malos espíritus, del dios del mal que así continuaba provocando a los hombres.
Agregó la Utz-Colel que si de mujer tan mala y perversa escapaba en tal caso ese perfume, cuando ella muriera el perfume que escaparía de su cuerpo sería mucho más aromático y exquisito.
Más por compasión, por lástima y por su deber social, un grupo de gentes del poblado fue a enterrar a la Xkeban y cuéntase que el día siguiente, su tumba estaba cubierta de flores aromáticas y hermosas, tan tapizado estaba el túmulo que parecía como si una cascada de olorosas florecillas hasta entonces desconocidas en el Mayab, hubiera caído del cielo. La tumba de la Xkeban duró todo el tiempo florecida y olorosa.
Poco después murió la Utz-Colel y a su entierro acudió todo el pueblo que siempre había ponderado sus virtudes, su honestidad, su recogimiento y cantando y gritando que habia muerto virgen y pura, la enterraron con muchos lloros y mucha pena.
Entonces recordaron lo que había dicho en vida acerca de que al morir, su cadáver debería exhalar un perfume mucho mejor que el de la Xkeban, pero para asombro de todas las gentes que la creían buena y recta, comprobaron que a poco de enterrada comenzó a escapar de la tierra floja, todavía, un hedor insoportable, el olor nausabundo a cadáver putrefacto. Toda la gente se retiró asombrada.
En su idioma maya dicen los viejos que aún cuentan la historia con todos los detalles que debió ocurrir en la leyenda, que hoy la florecilla que naciera en la tumba de la pecadora Xkeban, es la actual flor Xtabentún que es una florecilla tan humilde y bella, que se da en forma silvestre en las cercas y caminos, entre las hojas buidas y tersas del agave. El jugo de esa florecilla embriaga muy agradablemente, como debió ser el amor embriagador y dulce de la Xkeban.
Tzacam, que es el nombre del cactus erizado de espinas y de mal olor por ambas cosas, intocable, es la flor que nació sobre la tumba de la Utz-Colel, es la florecilla si bien hermosa sin aroma alguna y a veces de olor desagradable, como era el carácter y la falsa virtud de la Utz-Colel.
Esto es lo que ha dicho el maya y lo sigue repitiendo a través del tiempo, sin cambiarlo, sin ponerle ni quitarle, como deben conservarse las cosas nuestras, intactas, con las mismas palabras con que nacieron en el mito, en la leyenda, en el alma de quienes tan dulcemente han tejido estas historias.
No es pues la Xtabay, la mujer mal que destruye a los hombres después de atraerlos con engaños al pie de las frondosas ceibas, pero puede ser otro de esos malos espíritus que rondan por la selva al acecho del peregrino que cruza los caminos aún poblados de superstición y de leyenda.
Puede ser el ama errante de una de tantas vírgenes sacrificadas a la orilla del cenote sagrado, puede ser la vaporosa figura de una mujer que llora el engaño del amado. Pero la Xtabay, jamás. Esto dicen las mayas, esto han contado y seguirán contando los hombres de esa tierra en donde conservan el ritual de un relato y defienden sus costumbres de una intromisión que aniquilo su cultura
La Mujer Xtabay...
La Leyenda de los Porotos Blancos

Había una vez un hombre muy bueno, pero se sentía desdichado. Un día pensó que su infelicidad terminaría si vendía su alma.

Para ello se concentró e invocó a Kitzin, que concurrió rápidamente a su encuentro.

-¿Para qué me invocas?- preguntó Kitzin.

- Quiero vender mi alma y pensé que estarías interesado en tenerla- respondió el hombre.

Por supuesto que Kitzin estaba interesado en quedarse con el alma de un hombre bueno y le dijo:- ¿Qué quieres a cambio de tu alma?

-Te haré siete pedidos. Uno por cada día de la semana.

-Concedido- respondió Kitzin- pídeme lo que quieras.

El primer día, el hombre pidió dinero. Inmediatamente sus bolsillos se llenaron de monedas de oro.

El segundo, pidió buena salud y pronto se sintió fuerte como un buey.

El tercer día exigió comida. Y su mesa se cubrió de los más exquisitos manjares que degustó hasta hartarse.

El cuarto día, pidió mujeres. Al instante se vio rodeado de las más bellas mujeres que jamás había visto.

El quinto día pidió poder. Y vivió como el más importante de los caciques.

El sexto día deseó viajar a tierras lejanas y en un instante fue trasladado a los lugares más exóticos y pintorescos del mundo.

Kitzin le dijo- Piensa bien lo que quieres, pues te queda un solo deseo por cumplir y tu alma será mía.

El hombre respondió: solo quiero que laves esos porotos negros hasta que se vuelvan blancos.

Kitzin se rió a carcajadas ya que ese pedido era muy fácil. Kitzin se puso a lavar los porotos pero no había manera de que cambiaran de color.

Pronto Kitzin se dio cuenta que había caído en una trampa y había perdido un alma.

Entonces Kitzn dijo: Esto no debe volver a ocurrir. A partir de ahora habrá porotos negros, blancos, amarillos y rojos.



El Canancol

El Canancol es un muñeco que está a cargo del cuidado de las plantaciones.



A smiling scarecrow stands guard over pumpkin fields , Stephen St. John
buy this poster at Allposters.com, click hereLos agricultores, para evitar que les roben el fruto de su cosecha, acuden a un hechicero llamado men, que hace la siguiente práctica:
Primero el dueño del campo construye un muñeco. El tamaño del muñeco debe ser proporcionado a la extensión del campo.

Sobre el campo se marcan dos diagonales para ubicar el centro. Alí se coloca el muñeco, el hechicero lo recubre con la cera de nueve colmenas. Una vez terminado, se le colocan dos porotos por ojos.

Maíces en lugar de dientes y porotos blancos en lugar de uñas. El brujo, entonces comienza a colocarle los órganos mientras invoca a los cuatro vientos para que sean compasivos, ya que el fruto de ese campo es lo único que el campesino posee para alimentar a sus hijos.

Cuando el hechicero termina de hacer al muñeco, realiza una invocación mientras le coloca hierbas que solo el brujo conoce.

Luego se lo presenta al dios sol y se lo ofrece al dios de la lluvia. Quema hierbas y ese fuego sagrado es mantenido por espacio de una hora.

Luego el hechicero embriaga a los asistentes con un aguardiente muy potente para que no puedan advertir la llegada de los dioses a la tierra, ya que solo él puede verlos.

La ceremonia se realiza al mediodía. Cuando el sol está en su punto más alto, el hechicero hace un tajo en el dedo meñique del campesino, de donde exprime nueve gotas de sangre que hace caer en un hueco dejado expresamente en la mano del muñeco.

Luego el men dice al muñeco:- A partir de este momento comienza tu vida. Este es tu amo a quien debes obedecer, en caso contrario los dioses te castigarán. Este campo es tuyo y debes protegerlo de intrusos y ladrones. Esta será tu arma- y el hechicero coloca una piedra en la mano del muñeco.

Dice la leyenda que el Canancol permanece tapado hasta que salen los frutos. Allí se lo descubre para que cuide la cosecha. Es tan firme esta creencia que nadie se atreve a entrar en una finca donde hay un Canancol por miedo a recibir pedradas mortíferas

El Popolvuh

resumen popolvuh

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Chichenitza






La piramide de kukulkan en la zona arqueológica de chichenitza.











MERIDA



Historia de Mérida

Mérida fue fundada en la parte septentrional de la Península de Yucatánsobre los vestigios de un antiguo asentamiento maya conocido en la región como Ichcaanziho, cuyo significado es "cinco cerros". Con el tiempo cambió su nombre por el de T'ho y finalmente adoptó el de Mérida, debido a que las antiguas edificaciones mayas produjeron una fuerte impresión en los conquistadores, especialmente en Francisco de Montejo, a quien le recordaba las ruinas romanas que se conservan en la ciudad homónima de España. El 6 de enero de 1542 Mérida quedó formalmente fundada por don Francisco de Montejo "el Mozo", quien la dedicó a Nuestra Señora de la Encarnación, registrándose además en el acto de su erección como villa, a 70 familias españolas y 300 naturales como habitantes fundadores.



El Paseo de Montejo

Esta amplia avenida fue construída en homenaje al fundador de la ciudad de Mérida, Francisco de Montejo y León. En 1904, fué inaugurado parcialmente y en 1906 se colocó la primera estatua, en honor a Justo Sierra O'Reilly, que marcaba el final de la Avenida. En 1925 se levantó la estatua de Felipe Carrillo Puerto. En 1916, se intentó prolongar el Paseo hacia el Sur, para unirlo con la zona comercial de la capital. Sin embargo, sólo se pudo desalojar una manzana contigua al inicio de esa Avenida (el 5 de enero de 1995 se inauguró en ese lote "El Remate"). Desde entonces ha tenido diversas ampliaciones: En 1926, se le aumentaron 371.13 metros y llegó hasta donde ahora se encuentra el Monumento a la Patria.



En 1979 se inició la construcción de otra etapa del Paseo conocida después como "Prolongación de Montejo". Comenzó en la calle 21 de la Colonia México y llegó hasta las puertas del Club Campestre, sobre lo que entonces se llamaba la "nueva carretera" a Progreso.



El inicio de la Prolongación de Montejo (6 de agosto de 1979) coincidió con la remodelación del Paseo desde la calle 47 hasta el Monumento a la Patria.

En ese tramo se hizo un glorieta más, frente al Club Campestre, adornada con una fuente.

Posteriormente, en 1993, se continuó con la Prolongación de Montejo hasta las puertas de Cordemex, también abriendo camellones y ampliando 1,200 metros la vía de la nueva carretera a Progreso. Para marcar el final se construyó un monumento a Gonzalo Guerrero, a quien se considera padre del mestizaje en el país. En total, Montejo, con la llamada Prolongación, mide ahora 5,438 metros.



Hoy día, a casi un siglo de inaugurado, conserva sólo algunas de sus residencias originales, rodeadas por tiendas y oficinas de todo tipo, bancos, hoteles, agencias de viajes, etc. Debido a los hoteles que están en la avenida o en los alrededores, se ha convertido en una zona turística de gran vida nocturna, nutrida por los numerosos restaurantes que ocupan buena parte de su extensión.





Traje Regional Yucateco
El terno y el huipil

El terno, atuendo de fiesta de la población del campo, es uno de los símbolos que caracterizan a la cultura Yucateca, junto con el huipil o hipil, como comúnmente le llamamos los yucatecos, este es el atuendo cotidiano para la mujer campesina.



El arqueólogo Sylvanus Morley, en su libro La civilización Maya, nos da una descripción del traje yucateco, basándose en fuentes históricas y menciona que aparentemente el vestido de la mujer maya no ha variado mucho desde la época prehispánica, y se le conocía con el nombre de "kub", palabra que en la actualidad se ha perdido, ya que ahora se llama huipil, que es una palabra nahuatl.

El huipil o hipil es un vestido blanco, suelto, del mismo ancho desde arriba hasta abajo, cosido lateralmente, con dos aberturas para los brazos y otra de forma cuadrada para la cabeza, las cuales, junto con la parte inferior del vestido están decoradas con vistosos motivos bordados. Debajo del hipil se usa una enagua larga y amplia llamada fustán ("pic" en maya), que en ocasiones tiene bordada la parte inferior.

El terno, como su nombre lo indica, consta de tres piezas: jubón, huipil y fustán.El primero es un cuello cuadrado con un ancho de 30cm aprox. sobrepuesto al huipil, el jubón es una pieza bellamente decorada con motivos bordados, su encanto radica en el escote cuadrado que deja libre parte del pecho y la espalda, con delicada audacia. El huipil es el vestido cuadrado que cubre el cuerpo de la mujer hasta media pierna, la parte inferior está decorada de igual forma que el jubón. Por último, el fustán o fustán, es un medio fondo rizado que se ajusta a la cintura con una pretina de la misma tela, debajo del huipil, y llega a cuatro dedos de los tobillos, y está decorado con encaje y bordados.



El bordado se puede hacer de diferentes tipos, el más bello, y también el más complicado es el xocbichuy, o punto de cruz, el cual se hace a mano. Los bordados se combinan, en ocasiones, con la técnica de "manicté" (del maya xmanikté), que es un calado o deshilado a mano para formar figuras o flores mediante amarres. Algunas prendas tienen únicamente adornos de este tipo, lo cual muestra la laboriosidad y el gusto de la mujer por la confección del vestido. En los pueblos aun se puede observar la veterana, clásica estampa de una mestiza sentada en un banquillo, en el patio o a la puerta de la casa de paja, bordando pedazos de raso, chermés, dacrón o seda que más tarde engalanarán algún terno.

Se ha dicho que el bordado policromo que adorna los ternos, rivaliza en riqueza de dibujo toda la gama de flores del trópico: guirnaldas de hojas en las que comulgan todas las tonalidades del verde, que se mezcla con guías de flores, "Xalíes" o campanillas azules, violetas moradas, lilas, purpúreas y amarillas, claveles reventones, abiertos y encendidos, florones escarlata, rosas rojas, flores silvestres anaranjadas. Tal es el vibrante colorido que se nos mete en los ojos la impresión de haber visto un relámpago de flamboyanes despertándose ante uno de esos crepúsculos del Sureste.

El elegante terno de mestiza de buena casta, se complementa con un fino rebozo de santa María y con el rosario de filigrana, que el orfebre yucateco realiza, tejiendo el oro con la magia de sus manos, convirtiéndolo en largas cadenas de tres y cuatro vueltas para adornar el cuello de la mestiza elegante, y a cuyo final pende la venerada cruz del Salvador.

El traje de gala masculino consta de una filipina de lino blanco, con botonadura de oro, pantalón blanco, completandose el conjunto con un elegante sombrero y alpargatas,

martes, 24 de noviembre de 2009

Vestigios mayas en el municipio de Merida



A pesar de la destrucción de Ichcaansihó o T’ho, antecesora de la capital yucateca, en el perímetro urbano de la actual Mérida aún sobreviven vestigios que dan cuenta del esplendor arquitectónico alcanzado por la civilización maya.En el poniente y oriente de la ciudad hay testimonios arqueológicos que se resisten a desaparecer, pero que están en peligro de perderse para siempre.
Se ha hablado sobre el proyecto de construir un parque ecoarqueológico, que este año se construiría en terrenos donde están las ruinas del antiguo asentamiento de Xoclán-Mulsay.
Conocido como Los Siete, los vestigios mayas de Xoclán aparecen en el Atlas Arqueológico de Yucatán. Las estructuras prehispánicas, ubicadas al final del fraccionamiento Bosques del Poniente, en amplia explanada en forma, se distribuyen en tres terrenos, dos propiedad municipal y el otro privado. Los tres sumarían de 35 a 50 hectáreas.
En 1990 se efectuó el rescate y restauración de una estructura que se ubica en la glorieta del fraccionamiento Mulsay. Es una muestra de lo que se puede hacer para integrar los monumentos prehispánicos al desarrollo de la ciudad.
En el Fraccionamiento del Parque sobrevive uno de los asentamientos mayas más amplios. Por la cerámica hallada y el tipo de construcción de los basamentos este sitio fue ocupado durante el preclásico tardío de modo que es importante para estudiar el desarrollo alcanzado por los mayas entre uno y otro período cronológico. Ha sido identificado también como el sitio de Dzoyilá o Dz’oyolá, que se menciona en el Chilam Balam de Chumayel. El vestigio maya del fraccionamiento Granjas fue el primero que se incluyó en un proyecto de salvamento para integrarlo a un parque arqueológico, además de sobresalir como una de las zonas arqueológicas más importantes del oriente. Según el Chilam Balam, durante la época mesoamericana se desarrolló junto a Ichcaansihó.

Zonas arqueológicas en Yucatán


Del pasado hacia el Mar



Dzibilchaltún:Es uno de los más asombrosos centros urbanos de la misteriosa civilización maya. Localizada a sólo 22 kms de la ciudad de Mérida, esta zona arqueológica atesora una increíble cantidad de construcciones de piedra, como El Palacio y El Templo del pedestal, además de la Casa de las Siete Muñecas, donde puede presenciar un hermoso espectáculo que el sol regala durante los equinoccios de Otoño y Primavera: la impresionante proyección del mascarón del dios de la lluvia, Chaac, una de las más importantes deidades de la rica cosmogonía maya.En el bellísmo cenote X'lacah no podrá resitir la tentación de darse un baño, rodeado de una sorprendente variedad de plantas y animales, muchos de ellos únicos en su género.

Progreso:Orientándose hacia el norte se deja sentir una suave brisa, que es la mejor invitación para conocer el puerto de Progreso. Las refrescantes aguas del golfo de México son, en Progreso, sitio inmejorable para la práctica de los más variados deportes acuáticos. Pocos espectáculos son tan bellos como los atardeceres que se contemplan en este histórico puerto, armónica amalgama de elementos coloniales y contemporáneos. Impresionante obra de ingeniería es el Puerto de Altura de Progreso, uno de los más importantes del mundo, que ha hecho posible el arribo a Yucatán de cruceros turísticos y naves de gran calado.
Chicxulub:Este pintoresco pueblo de pescadores se distingue por la finura de la arena de sus playas y sus cristalinas aguas. Hoteles, condominios y hermosas villas convierten a Chicxulub en un atractivo espacio para el descanso y la tranquilidad. A pocos kilómetros de aquí existen otras playas no menos hermosas, que también le recomendamos visitar, como las de Uaymitún, San Benito y San Bruno.

Telchac:Unos de los más florecientes complejos turísticos, orgullo de la costa yucateca, es el llamado Nuevo Yucatán, ubicado precisamente en Telchac. Aquí se ofrece una extensa gama de opciones recreativas y servicios turísticos, entre los que podemos mencionar hoteles, restaurantes y mucho más.Estando en Telchac no puede perder la gran oprtunidad de visitar la bella Laguna Rosada, un refugio ecológico, hogar de multicolores aves migratorias.Xcambó:Cerca del mar han sido hallados importantes vestigios de la cultura maya. Uno de ellos es Xcambó, ubicado muy cerca de Telchac y que en su tiempo se funcionó como un destacado centro comercial. Hoy aquí se pueden admirar pirámides, caminos mayas y plataformas habitacionales.

El eterno oriente

Haciendas Teya y Katanchel:A poca distancia de Mérida, dos hermosas ex-haciendas henequeneras rescatadas del abandono y convertidas en hoteles y paradores turísticos de categoría. Aquí podrá disfrutar de una exquisita comida, una refrescante bebida o deleitarse con la arquitectura de sus edificios y sus bien cuidados jardines.

Izamal:Pocas ciudades coloniales tan encantadoras hay en el país como Izamal. Este fue el sitio que el Papa Juan Pablo II escogió como sede para su reunión con indígenas de todo México durante su última estancia en nuestro país. Izamal cuenta con todo: misteriosos vestigios mayas, sorprendentes conventos, hermosa arquitectura, encantadoras calles y parques, bellas obras de arte y excelentes servicios para el turista: Sobresalen en Izamal el majestuoso convento franciscano dedicado a la Virgen de la Concepción. Y la pirámide prehispánica Kinich-Kakmó, que es la tercera pirámide más voluminosa del país cuyos restos se hayan parcialmente conservados en esta ciudad. Dar un paso en una victoria (carro descubierto tirado por caballos), visitar el museo del arte sacro, recorrer sus plazas y mercados, sus restaurantes, es sólo algo de lo mucho que se puede hacer en Izamal.


Chichén Itzá:Quizá la más famosa zona arqueológica maya en el mundo, Chichén Itzá dejará boquiabierto por la grandeza y la belleza de sus edificaciones que hablan del ingenio del pueblo que las construyó. Puede usted subir hasta la cima de la Pirámide de Kukulcán, gigantesco calendario en el que en cada equinoccio se produce un fenómeno de luz y sobra que atrae a turistas y científicos de todo el mundo o admirar el misterioso Observatorio Astronómico, el Templo de las Mil Columnas, el Juego de Pelota, el Cenote Sagrado de los Sacrificios y otras tantas construcciones que le harán maravillarse. No se pierda el deslumbrate espectáculo de Luz y Sonido que cada noche cuenta la historia de esta sagrada ciudad.
Valladolid:La Catedral de San Gervasio, el convento de San Bernardino o el sobrio templo de San Juan, son sólo 3 magníficos ejemplos de la fusión arquitectónica europea con el alma maya. Si lo prefiere, puede recorrer el Palacio Municipal, visitar parques, plazas y mercados y probar lo mejor de las gastronomía yucateca en cualquiera de sus excelentes restaurantes. El cenote Dzitnup estará esperándole para asombrarlo con su indescriptible belleza y refrescarlo con la transparencia cristalina de sus aguas.Ekbalam:Su nombre significa "Jaguar Negro". Esta zona arqueológica es rica en asentamientos y construcciones que incluyen templos, altares y edificios habitacionales. Entre ellos sobresalen "La Torre" y el grupo de "La Plaza Central".
Tizimín:Verdadero emporio ganadero y capital económica del oriente del estado, Tizimín es desde de importantes ferias ganaderas y religiosas como la célebre Feria de los Reyes que congrega a miles de personas cada año. Muy cerca de aquí, se encuentran los vestigios de una importante ciudad maya llamada Culubá.
San Felipe:Pequeño y encantador de pueblos pescadores, San Felipe tiene mil y una leyendas que contarle mientras disfruta de un apacible atardecer y saborea alguno de los más elciciosos platillos del mar que son la especialidad de esta tranquila aldea a la orilla del mar.

Río Lagartos:Un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Declarado Refugio de Fauna Silvestre por el Gobierno Mexicano, Río Lagartos es santuario de una población se cerca de 30,000 flamencos rosas, venados, faisanes, cocodrilos, jaguares, así como de exóticas especies de flores y árboles. Sitio ideal para practicar el ecoturismo, cada año este lugar crece como sitio de peregrinación para científicos y admiradores de la flora y fauna.

La Ruta Puuc

Otras opciones para visitar dentro del circuito de la Ruta Puuc, son las siguientes:

UMÁN:A sólo unos cuantos kilómetros de Mérida es posible visitar esta hermosa población. Famosa es su Iglesia, ejemplo exquisito de la sobria arquitectura colonial:

HACIENDA YAXCOPOIL:A pocos minutos de la capital, su construcción se remonta al Siglo XVII y es hoy día un intersante museo sobre el henequén y los hacendados. Escala obligada al inicio de la ruta Puuc.

UXMAL:Quizá una de las famosas ciudades mayas en el mundo, Uxmal destaca por su monumentalidad, pureza y figura de su arquitectura y arte decorativo. Le recomendamos ampliamente visitarla también de noche y ser testigo de su espectáculo de luz y sonido, fiel remembranza de la mágica cosmogonía maya.

KABAH:Sus mosaicos de piedra caliza y lo refinado de su arquitectura, convierten a Kabah en un claro ejemplo del esplendido arte maya.

SAYIL:Sobresalen aquí "El palacio", contrucción de tres niveles con más de 70 habitaciones y el "Juego de Pelota", excelentes ejemplos de alto nivel técnico arquitectónico maya.

XLAPAK:Sitio menor en la ruta, en Xlapak se encuentra una de las más grandes joyas del estilo arquitectónico Puuc llamada "El Palacio". Ir recorriendo este conjunto mientras se descubren sus ricas joyas arqueológicas es un placer.

LABNÁ:Es famoso en el mundo entero por poseer una de las construcciones mayas más hermosas: su magnífico arco tallado en piedra. Edificios importantes son también "El Palacio" y "El Mirador", comunicados entre sí por un sac bé.

GRUTAS DE LOLTÚN:Siguiendo la ruta Puuc se encuentran las fascinantes grutas de Loltún o "lugar donde la roca se hizo flor". Parcialmente explorada e iluminada, sus caprichosas formaciones pétreas le dejarán boquiabierto. Aquí podrá contemplar pinturas rupestres así como delicadas piezas de alfarería.


TICUL:En esta encantadora población, alguna vez sede del poderoso cacicazgo de los Tutul Xiu, puede visitar el templo franciscano de San Antonio de Padua, que data del siglo XVII; adquirir hermosas artesanías y los finos zapatos que han dado fama a esta ciudad. En sus pequeños restaurantes le espera lo mejor de la tradicional cocina yucateca.



OXKINTOK:Esta es una de las ciudades mayas más antiguas de Yucatán: Aquí han sido halladas estelas e inscripciones que han arrojado valiosas información relativa a esta cultura. Su arquitectura es represantativa del esplendoros estilo Puuc.

Tradicion y Ecologia



Mérida:
Mérida, la Blanca es la bella capital del estado de Yucatán. Fundada en 1542, exhibe en su trazo la exquisita unión de elementos indígenas y europeos. Durante la época de la colonia, la ciudad capital se convirtió en la más importante del área y hoy es posible deleitar la vista con vivos monumentos arquitectónicos como la Casa de Montejo, El Palacio de Gobierno y el edifico sede de la Universidad Autónoma de Yucatán. En la principal avenida de Mérida, el arbolado Paseo de Montejo, hay muchas cosas que hacer: visitar el majestuoso Palacio Cantón, el Monumento a la Patria, hemiciclo de piedra tallada o, ¿por qué no?, sentarse apaciblemente a la sombra de un frondoso laurel.
Museos , teatros, artesanías, centros nocturnos, parques y una deliciosa tradición culinaria. Mérida es una ciudad que le gusta a todos.

Sisal:
Sólo 53 kilómetros separan a este legendario puerto de la capital del Estado. Sisal, ubicado al poniente de Yucatán, fue durante el siglo pasado y albores del presente la principal puerta hacia el mundo para la entrada y salida de una gran variedad de productos, como el famoso henequén yucateco. Dignas de visitar son las fortificaciones que sus antiguos moradores edificaron para protegerse de las incursiones de los temibles piratas. Pero la calurosa sonrisa de Sisal son sus playas, sus tranquilos mares y, por supuesto, sus exóticos escenarios naturales. Es aquí donde cada año arriban bellas aves migratorias, como el pato canadiense.

El Palmar:
Este es el nombre de una de las más importantes reservas ecológicas de Yucatán. Esta área protegida alberga una fascinante flora y fauna y es un destino ideal para la práctica del ecoturismo. Otro atractivo más del Palmar es su enorme faro, considerado el de mayor altura en el Estado.


Celestún:
A sólo 90 kilómetros de la ciudad de Mérida, el Parque Nacional de Celestún es uno de los puertos de mayor afluencia turística. Muchos son los atractivos de este mágico refugio de la fauna silvestre, pero quizá el más grande de ellos es el espectáculo de observar, en su su hábitat natural, al soberbio flamenco rosado.
Le invitamos a saborear mil y un platillos preparados aquí con las delicias del mar, así como a visitar hermosas playas, manglares, selvas y el bosque petrificado de Tampetén.

La ruta de los Conventos


Acanceh:
A tan sólo 30 Km de Mérida se encuentra esta apacible localidad en cuyo centro se encuentra "La Plaza de las Culturas" que conjuga construcciones prehispánicas, coloniales y contemporáneas. El templo dedicado a Nuestra

Señora de la natividad, erigido en el siglo XVI es un sobrio ejemplo del estilo franciscano puro que predomina en la región.

Tecoh:
Sobre la base de un cerro que pudo ser antiguamente una pirámide maya, se yergue el Templo y Ex-Convento dedicado a la Virgen de la Asunción. Otros atractivos de Tecoh son el Palacio Municipal y un cenote con grutas de singular belleza.

Telchaquillo:
Su modesto empleo franciscano luce en su fachada incrustaciones de piedras labradas por artesanos mayas. En el centro de su parque principal una escalinata conduce a un bello cenote.

Mayapán:
Estas míticas ruinas mayas recuerdan a la antigua capital de la triple alianza de ciudades formadas por ésta, Uxmal y Chichén Itzá. Entre sus edificaciones destaca el "Castillo de Kukulcán", hecho a imagen y semejanzas del que existe en Chichén Itzá.

Tekit:
Herencia del cacicazgo de Maní, este pueblo de gran importancia en la época colonial exhibe dos destacadas construcciones religiosas. El ex-convneto de San Antonio de Padua y la Capilla de San Cristóbal.

Mama:
Su templo y ex-convento franciscano presenta al frente un hermoso campanario que no puede dejar de admirar; así como su atrio cerrado, uno de los más famosos de en la región. Cerca de aquí es posible visitar Tepich, una típica hacienda henequenera.

Chumayel:
En este famoso poblado fue encontrado un ejemplar de Los Libros del Chilam Balam, considerados "la biblia" de los mayas. Aquí destaca su templo del siglo XVI dedicado a la Purísima Concepción.

Teabo:
En este pueblo existen vestigios de un importante Cementerio Maya y cerca de él, dos representativas construcciones sacras: El Templo de San Pablo y la Capilla de Indios.

Tipikal:
La gran belleza arquitectónica es uno de sus rasgos distintivos. Tiene que visitar su Parroquia dedicada a la Virgen de la Magdalena o su Exconvento de talladas escalinatas.

Maní:
Escenario de tristemente célebre "Auto de Fé" ocurrido en 1562, en el que el Obispo Fray Diego de Landa lanzó al fuego valiosos escritos y códices mayas, Maní aun conserva imponentes muestras de su enigmático pasado, como el Templo del Convento de San Miguel Arcangel, que atesora un Cristo finamente labrado en piedra de admirable belleza.

Oxkutzcab:
Aquí podrá visitar su iglesia del siglo XVII o la Ermita de la Virgen del Pilar, pero lo que no debe dejar de hacer por ningún motivo, es degustar de las jugosas y exóticas frutas que han hecho que esta localidad sea conocida como "La Huerta del Estado" .

El convento de Maní.Fiel guardián de memorias yucatanenses


La vida de los habitantes de Maní se ha desarrollado en torno al recinto religioso, su amplio atrio, la espaciosa huerta y el místico encanto de la antigua construcción franciscana.
La fachada del templo y cada rincón del edificio tienen reminiscencias coloniales. La capilla abierta o "de indios", el detalle de la arquería de piedra labrada que rodea las puertas de madera, las inscripciones en la entrada principal, el escudo de la Orden Franciscana Menor, los andadores de piedra y la disposición arquitectónica del conjunto son dignos de admiración.

En el convento de Maní, cuyo patrono es San Miguel Arcángel -vencedor del Dragón (Satanás), según las Sagradas Escrituras-, el tiempo parece haberse detenido. El silencio que inunda los corredores y el jardín interior invitan al vuelo de la imaginación del visitante. Casi se puede vislumbrar las huellas de los frailes que habitaron ahí, escuchar los cantos gregorianos o el sonido de la noria con la que se extraía agua para regar la huerta; también percibir el aroma del incienso o el calor de las velas y veladoras encendidas ante una imagen religiosa, y consumidas hasta que la cera adquiere caprichosas, frágiles formas.

el 29 de septiembre de 1999 -festividad de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael- el convento de Maní cumplió 450 años de existencia. Es "mayor de edad" que la Catedral de Mérida, que el año pasado celebró el cuarto centenario de su edificación.

La localidad de Maní está a 100 kilómetros al sur de Mérida y 14 km al oriente de Ticul, en la Ruta de los Conventos.

Semblanza histórica.- El convento franciscano se construyó con el trabajo de unos seis mil descendientes de la dinastía maya de los Xiues hacia 1549, según los historiadores. La edificación resguarda valiosas joyas de arte sacro colonial, como los siete retablos de madera tallada con columnas de estilo salomónico que adornan el presbiterio y los muros norte y sur de la nave principal.

El diseño arquitectónico, obra de Fray Juan de Mérida, incluye elementos estructurales de gran belleza, como se puede apreciar en la fachada de la iglesia y la capilla abierta.

El templo tiene dos espadañas en la parte superior del frontispicio, pero sólo una conserva campanas. Una estatua de piedra del Arcángel San Miguel complementa la austera decoración de la fachada.

La historia del convento franciscano de Maní es también fuente de polémica. En ese lugar se efectuó el 12 de julio de 1562 el primero y único auto de fe en Yucatán, a cargo de Fray Diego de Landa.

Según el tomo I del "Catálogo de Construcciones Religiosas de Yucatán", el edificio colonial está integrado por atrio, templo, convento y huerta, la que aún se conserva en buena medida.







--------------------------------------------------------------------------------

El templo de mampostería, con una superficie de 1, 168.06 metros cuadrados, es de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, hasta el presbiterio, con sencillas lacerías (ornamentación arquitectónica compuesta de anillos unidos entre sí o de formas vegetales estilizadas) que le dan aspecto de bóveda de crucería.

Tiene cuatro capillas que son: las del Sagrario, del Santo Sepulcro, de las Animas y la del Bautisterio, cubiertas todas con bóvedas de cañón, más bajas que las de la nave, .

Los muros del interior del templo, aplanados y pintados a la cal, contrastan con los retablos que engalanan el recinto, tanto los laterales como el central, que destaca por el color azul pálido que luce en columnas y cuerpo.

En el mencionado catálogo también se indica: "El retablo mayor, que cubre la pared del fondo del presbiterio, es de tres cuerpos divididos verticalmente por columnas corintias, entre las cuales y llenando los espacios, se encuentran nichos con esculturas de santos, menos el último cuerpo que tiene un bajo relieve representando al Padre Eterno".

Cuatro imágenes religiosas de madera, al parecer las de mayor antigûedad, están en el retablo principal. Es posible identificar a San Pedro, San Pablo y San Francisco de Asís.

Los altares laterales de la iglesia de Maní también llaman la atención, a pesar del deterioro que presentan en las molduras y figuras de madera.

Al sur del recinto están los retablos de San Antonio y la Virgen de la Luz, en nichos de medio punto.

El texto de construcciones religiosas destaca la belleza del altar dedicado a San Antonio: "Es de un solo cuerpo, dividido verticalmente por cuatro cariátides y ordenado por primorosos bajo relieves, que hacen de él un ejemplar entre los muy contados retablos que se conservan en Yucatán".

El de la Virgen de la Luz es de dos cuerpos y ornamentado con columnas de estilo corintio.

Al norte de la nave del templo están los retablos de la Virgen de la Asunción, de la Pasión o Mater Dolorosa, Santa Lucía y la Sagrada Familia.

El de la Asunción es semejante al de la Virgen de la Luz, pero con columnas salomónicas; los otros, aunque también tienen finos adornos, son menos detallados que los anteriores.

En el área donde funcionó el convento, los pasillos de la planta baja aún guardan fragmentos de pintura mural religiosa y otros elementos pictóricos que denotan la importancia arquitectónica que tuvo en otra época.

Amplias habitaciones, elevadas bóvedas, gruesos muros y estrechos corredores que, pese a los siglos que cargan a cuestas, se mantienen limpios, son el recuerdo presente de la grandeza que acompañó a Maní desde el siglo XV, primero como asentamiento de los seguidores de Tutul Xiu y luego como población colonial.-

Ruta de las haciendas

Las Haciendas, magníficas construcciones, florecieron en los campos de la península durante la ocupación española. Desde el siglo XVII aparecieron alrededor de las ciudades y a lo largo de las principales vías de comunicación.
Dedicadas inicialmente a la producción de maíz, luego unas fueron destinadas a la producción de azúcar y desde mediados del siglo XIX al cultivo del henequén. A su paso por la historia de Yucatán, las haciendas dejaron huella de una grandeza que aún puede ser contemplada en las destruida arquitectura de sus plantas.
Abandonadas durante largo tiempo empiezan a ser restaurantes para dedicarlas a la hotelería a manera de paradores turísticos, como se estila en Europa. De 362 haciendas, 71 conservan sus detalles originales y son objeto de atención.
Resultan excelentes atractivos para quienes gustan de entrar en contacto con la naturaleza y disfrutar del turismo ecológico. En los alrededores de Mérida pueden visitarse San Antonio Cucul, situada en los límites de la ciudad, al igual que Teya y Dzoyolá. A pocos minutos están Kancabchén, Yaxcopoil, Katanchel y Chenché de las Torres, todas ellas espléndidas haciendas y verdaderos paraísos para los observadores de pájaros, los amantes de la flora y la fauna tropicales, es decir, para quienes buscan un reencuentro en vivo con la naturaleza.