martes, 24 de noviembre de 2009

Ruta de las haciendas

Las Haciendas, magníficas construcciones, florecieron en los campos de la península durante la ocupación española. Desde el siglo XVII aparecieron alrededor de las ciudades y a lo largo de las principales vías de comunicación.
Dedicadas inicialmente a la producción de maíz, luego unas fueron destinadas a la producción de azúcar y desde mediados del siglo XIX al cultivo del henequén. A su paso por la historia de Yucatán, las haciendas dejaron huella de una grandeza que aún puede ser contemplada en las destruida arquitectura de sus plantas.
Abandonadas durante largo tiempo empiezan a ser restaurantes para dedicarlas a la hotelería a manera de paradores turísticos, como se estila en Europa. De 362 haciendas, 71 conservan sus detalles originales y son objeto de atención.
Resultan excelentes atractivos para quienes gustan de entrar en contacto con la naturaleza y disfrutar del turismo ecológico. En los alrededores de Mérida pueden visitarse San Antonio Cucul, situada en los límites de la ciudad, al igual que Teya y Dzoyolá. A pocos minutos están Kancabchén, Yaxcopoil, Katanchel y Chenché de las Torres, todas ellas espléndidas haciendas y verdaderos paraísos para los observadores de pájaros, los amantes de la flora y la fauna tropicales, es decir, para quienes buscan un reencuentro en vivo con la naturaleza.

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